Cuidar nuestros procesos para generar impacto

Por: Maria Esquivel

05/13/2020

Definir la forma en que llevamos adelante una empresa de impacto nos permite analizar cuál es el mejor camino para generar las transformaciones profundas que nos propusimos generar. 

En todo emprendimiento de impacto, lo primero es definir y entender qué transformación vamos a generar, qué servicio o producto vamos a ofrecer y cuál va a ser nuestro modelo de negocio. Pero una vez que estas instancias están definidas, es el momento de poner la lupa en los procesos y entender cómo vamos a orquestar todos nuestros recursos en función del negocio y de su impacto. 

Así que el tercer encuentro de MIEL virtual lo enfocamos especialmente en los procesos de cada emprendimiento. Miramos el “cómo” y nos planteamos si esa forma particular de funcionar sirve o no para generar el impacto que queremos. 

Analizar los procesos es entrar al corazón de cada emprendimiento. Detallamos cómo se está haciendo cada una de las tareas del negocio y si están planteadas y organizadas en función de la la transformación que busca generar la empresa.

Procesos alineados al impacto: ese es el objetivo final. Y entre todas las actividades y tareas que llevamos adelante para ofrecer nuestro producto o servicio, prestamos especial atención a ese proceso clave, directamente relacionado con la transformación.

Hablamos de identificar cuáles son esos procesos claves a la hora de generar impacto. No son los mismos para todos los emprendimientos. Algunos ejemplos: 

  • Arbusta es una empresa que brinda servicios digitales, generando una oportunidad de primer empleo para jóvenes que viven en barrios populares. El impacto que esta empresa se propuso generar es la empleabilidad y para eso, tendrán que asegurarse de que cada persona que trabaja en Arbusta adquiera las habilidades necesarias para el mundo laboral. Si la experiencia laboral de sus empleados solo sirve para Arbusta pero no para trabajar después en otra empresa, entonces la estrategia está quedando un poco corta y es un proceso que hay que revisar. 
  • Teleras Sachamama es una empresa que comercializa tejidos realizados por mujeres del monte santiagueño. Lo que se propuso la comunidad Jesuita de la mano de Inés, quien coordina las ventas en Buenos Aires, es mejorar los ingresos de las teleras para que se conviertan en el motor económico de sus hogares. En esta empresa, el proceso crítico es la venta: cómo vender cada vez más rápido y a mayor precio lo que las chicas producen. Ese es el proceso que tiene que lograr con eficiencia si quiere lograr su objetivo. 
  • Mujeres a la cumbre es un emprendimiento que organiza experiencias en las que muchas mujeres van a escalar en busca de un proceso de transformación personal. Esa transformación es el impacto buscado y entonces ese será el proceso clave: diseñar la experiencia desde que cada mujer llega hasta que hace cumbre. Habrá que pensar qué momentos van a atravesar, qué reflexiones se van a brindar, qué dinámicas. Obviamente, va a ser importante vender, comunicar y organizar la logística necesaria, pero la mirada tiene que estar puesta especialmente en el momento de la escalada. 

Creemos (y reafirmamos cada vez que proponemos esta actividad) que reflexionar sobre nuestros procesos nos ayuda a entender mejor el panorama de lo que estamos haciendo. Especialmente, cuando la empresa alcanza cierto grado de madurez y escala, las decisiones sobre cómo hacemos las cosas toman cada vez más fundamentales para escalar el emprendimiento. 

Si te tentaste y querés trabajar en los procesos de tu empresa, te recomendamos nuestra herramienta Innovación en procesos, que estará disponible próximamente en nuestra web. Suscribite a nuestro Newsletter pare recibir la herramienta cuando la saquemos del horno. 

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