El Creador: Dejar nacer lo nuevo
Por: Njambre
05/17/2020
“No logras el poder de tu visión hasta que la despliegas en el mundo ante los otros”
Black Elk
Vivimos en un mundo que está cambiando constantemente y nosotros somos parte esencial de ese cambio. Esa es la base para desplegar la energía del Creador, que no concibe a la realidad como algo hecho y terminado sino como un fenómeno en movimiento contínuo. El Creador se sabe parte de esa fuerza creadora esencial del universo, sabe que nada es estático y que todo busca constantemente su propia recreación.
Pero para ser una parte activa en el gran concierto creativo del que formamos parte, es fundamental primero, que seamos creadores de nosotros mismos. A partir de esa apreciación, descubriremos cuál es el verdadero aporte que el mundo nos pide y que nosotros somos capaces de crear.
Pero ser uno mismo exige coraje y, por eso, cuando sentimos las ganas y el impuso de crear, muchas veces nos invade un miedo paralizante. El coraje del creador es una parte fundante que le permite ir por la vida siendo y mostrándose vulnerable.
El creador interpreta al mundo de una manera artística. El artista en nosotros es el que ve la verdad o el sentido detrás de la superficie, y nos la revela. Y acepta la belleza de nuestra forma y nuestra vida.
La energía del Creador también implica la creación de nuestra propia identidad. Solo cuando empezamos a descubrir quiénes somos, empezamos a expandir en vez de empequeñecer el alma individual y colectiva. La habilidad de ver y nombrar ese potencial en nosotros y en los demás es el principal acto creativo de liberación.
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¿Por qué es importante en un emprendimiento?
Liderar un emprendimiento de transformación es un proceso esencialmente creativo y requiere de nuestra energía creativa en distintos momentos. Primero, para visionar una nueva realidad que hoy no existe y tener la capacidad de imaginar nuevas reglas de juego. Después, para diseñar las estrategias que nos permitan caminar hacia esa visión y empezar a plasmarla en la realidad. Y finalmente, y de manera constante, usamos nuestra energía creativa para escuchar en forma sutil y prestando atención a los detalles del contexto (los clientes, el equipo, los aliados, y las distintas situaciones que surjan), chequeando todo el tiempo si nuestra estrategia sigue teniendo sentido o necesita ser reformulada.
El emprendimiento mismo genera una propia energía vital que a la vez despliega energías creativas en los equipos. En este sentido, es clave darse espacios para salirse de la operación diaria a poder reflexionar, ya sea en soledad, en equipo, con aliados, en grupos de entrenamientos –cada uno/a puede identificar en qué contextos se disparan mejor las nuevas ideas-.
Es importante en un emprendimiento porque puede imaginar un escenario mejor, diseñar las estrategias para alcanzarlo y, durante la operación, estar atento a los detalles y escuchar a todos los involucrados. El creador, aquel que se anima a crear una nueva realidad.
(¡Ojo! Estamos hablando de la energía del Creador, o sus características. Todos tenemos algo de Creador y algo de todos los arquetipos, y puede ser que alguien “se ponga” más Creador en determinadas circunstancias. No somos algo definido e inmutable, somos un enorme potencial de posibilidades.)
¿Cómo es el Creador?
La creación está permanentemente ocurriendo a nuestro alrededor y somos parte de esa fuerza creadora esencial del universo. Todo el tiempo, nuestro interior está creando nuevas células y nuevas conexiones: ¿cómo podríamos no ser creativos? El trabajo de un buen Creador es hacer realidad esos nuevos escenarios posibles: el Creador no es un soñador, la diferencia entre la imaginación y la creación es la materialización.
El emprendedor Creador
- No se cree dueño de las ideas, solo es su ejecutor. Se considera un canal, hay miles de ideas buscando un autor, alguien que las concrete. Tiene un espíritu de juego, de explorar, no se toma nada demasiado en serio. Se pregunta: ¿Dale que…? ¿No sería genial si…?
- Está conectado con sus deseos más profundos y con el momento inicial del emprendimiento.
- Tiene una actitud de juego que le permite explorar posibilidades infinitas.
- Acepta el error y lo recibe: fallar rápido, fallar barato.
- Se sumerge y compenetra con aquello que está creando y deja que surgan las ideas.
- Es capaz de improvisar, de hacer sin un fin predeterminado. Hacer por inocencia, por curiosidad o por el deseo mismo de hacer.
Sus sombras
Si no se acepta la misión de crear una nueva realidad como un buen Creador, se cae en:
- El soñador: “Tengo otra idea espectacular, esta sí nos va a llevar a otro nivel”
- El iluminado: “Esta idea es solamente mía”/ “No te puedo contar en lo que estoy trabajando porque me van a robar la idea” / “Eso se me ocurrió a mí, me lo copiaron”
- El perfeccionista: “No terminamos todavía, algo más se puede hacer”.
¿Cómo desarrollar y potenciar la energía del Creador?
Creemos que la energía del Creador es importante para un emprendimiento de impacto, pero también para la vida. La teoría de los arquetipos de Jung nos propone desarrollar y desplegar todas las posibilidades y no atarnos a ninguna. Así que si leíste todo lo anterior y no te identificás con las características del Creador, te recomendamos La herramienta T, la metodología que creamos para alinear el negocio con el impacto y generar transformaciones más profundas. También podés hacer nuestro curso virtual “¿Cómo crear las empresas del futuro?”.
Otros arquetipos emprendedores:
- El Cuidador: Nutrir y cobijar para dar libertad
- El Regente: La habilidad de orquestar talentos
- El Mago: Transformarse para cambiar la realidad


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