Lo que las empresas pueden aprender de los emprendimientos de impacto ambiental.

Por: Maria Esquivel

10/27/2021

Como nuestro país es muy rico en recursos naturales y gran parte de la economía está ligada a ellos, es fundamental incorporar una mirada regenerativa y de impacto ambiental. Los emprendedores tienen un rol importante en este contexto, tanto por su capacidad de innovación, como por la flexibilidad para adaptarse y generar transformaciones. En el lado opuesto de la vereda, las grandes empresas cuentan con más recursos, conocimiento y trayectoria en los mercados, cadenas de distribución desarrolladas y reconocimiento por parte de los clientes.  

Es lógico creer que son los emprendedores quienes tienen mucho que aprender de las grandes empresas, ya que al mirar al futuro es posible detectar los desafíos de crecimiento. Sin embargo, cada vez se torna más evidente que en este contexto desafiante y de cambios rápidos en el que vivimos, las empresas también necesitan aprender de los emprendimientos.

Uno de los grandes desafíos que enfrentan las empresas hoy tiene que ver con el impacto ambiental de sus productos y servicios. Ya no es solo una cuestión de hacerlo “porque queda bien”, sino que el daño planetario pone en peligro sus operaciones, además de que los consumidores exigen una mayor transparencia.

Desde Njambre, reflexionamos sobre este punto y creemos que lo aprendido de quienes vienen emprendiendo en economía circular puede ser de gran ayuda para las empresas que enfrentan el desafío de que sus operaciones, productos y servicios estén en armonía con el ambiente. Así, planteamos algunos factores clave:

Entender dónde estamos parados.

Según Ellen MacArthur Foundation, los materiales tienen ciclos técnicos y ciclos biológicos. Con los técnicos, el desafío es mantenerlos en uso el mayor tiempo posible: podemos trabajar en los procesos de reciclado (como las Maderas 4e), en la durabilidad de los productos y en la atemporalidad del diseño (como lo hacen en Xinca). Si estamos frente a los ciclos biológicos, el desafío es el famoso “de la cuna a la cuna”: que lo que se extraiga de la naturaleza vuelva a ella, y así podemos habilitar la regeneración (como lo hace Pastizales Nativos con la producción de carne).

Cambiar la mirada para encontrar oportunidades.

En Njambre hablamos de mirar los sistemas que están rotos; es decir, reflexionar sobre aquellas cosas que hacemos “porque se hacen así” pero que, si pensamos un poco, no tienen mucho sentido. Por ejemplo: ¿Por qué tiro todos los días un sachet de leche? ¿Por qué cada vez que compro jabón para la ropa descarto su envase de un solo uso? Cada vez que tiramos algo, estamos tirando recursos y dinero en materiales, pero también gastos en logística, sueldos, marketing, etc. Es solo cuestión de ver la oportunidad en el desecho. Como el caso de Al Gramo, que afirma que no tiene sentido pagar por envases una y otra vez y, en cambio, propone comprar productos de limpieza a granel. 

Ver oportunidades en toda la cadena de valor.

No se trata solamente de ofrecer un producto final al cliente, también hay servicios asociados. Hoy los emprendedores se ponen al hombro casi todo el proceso. Vemos cómo una cooperativa como Creando Conciencia recolecta, separa, recupera, diseña, produce y comercializa, mientras que -en otras cadenas de valor tradicionales- hay varios jugadores interactuando. Así como la economía lineal tiene su propia cadena de valor, existe una tremenda oportunidad en crear y fortalecer todos los pasos de la cadena de valor circular. Es decir, que el camino no solo es producir, sino también brindar servicios asociados: recolección, contralogística, tecnología, desarrollo de materiales, entre otros servicios.

Buscar inspiración en cómo funciona la naturaleza.

Huduma Bee, por ejemplo, aprovecha las propiedades de la miel de abeja para conservar los alimentos con sus paños ecológicos que reemplazan al papel film. Otra fuente de inspiración puede ser pensar cómo se resolvían algunas cosas hace no tantos años. Muchas veces, cuando nos preguntamos cómo hacían nuestros abuelos, surgen hábitos, rutinas y hasta objetos que nos pueden ayudar a reducir el impacto. Hoy muchas marcas proponen volver a usar pañales reutilizables, toallitas femeninas de tela o máquinas de afeitar de metal.

Confiar en los clientes.

¿Por qué tenemos más confianza en los cambios de paradigma que plantea la transformación digital que en la creación de una conciencia ambiental? Muchas veces, nuestros potenciales usuarios están más dispuestos a hacer cambios de lo que creemos y son los primeros en acompañarnos. Por eso, es fundamental probar, prototipar, validar, escucharlos y hacerlos parte. Así, podremos identificar quiénes serán los primeros en adoptar esas innovaciones y crear una comunidad que pueda contagiar. Durante años, el shampoo venía en una botella y las cremas más buscadas eran las que venían importadas de lejos. Sin embargo, cada vez más personas están comprando shampoo sólido y cosmética natural, como los productos que ofrece Gaia.

Trabajar en la calidad y en la experiencia del usuario.

En línea con el punto anterior, sabemos que algunos consumidores son más reacios a los cambios o simplemente no están dispuestos a caminar de más, esperar por el producto o resignar alguna funcionalidad y/o estética, solo por el hecho de que un producto sea más responsable con el ambiente.  Ahí es cuando el diseño puede jugar un rol clave y convertirse en un gran aliado. Por ejemplo, las mochilas de Fracking Backpack combinan lo mejor de ambos mundos y su diseño es irresistible, más allá del material reciclado con el que están hechas. 

En último lugar y por sobre todas las cosas, necesitamos confiar en el poder de la naturaleza. Esto implica corrernos de la intención de salvar a otros y ubicarnos en un lugar donde lo primero es observar qué es lo que está impidiendo que los procesos naturales sigan su curso y qué podemos hacer para dejar de obstruirlos.

Desde Njambre, te invitamos a descubrir juntos la mejor manera de iniciar un círculo virtuoso, en el que nos alineemos con la naturaleza y con las necesidades humanas para impulsar tu negocio hacia la sostenibilidad.

Si trabajas en una empresa y te interesa incorporar una mirada de impacto a tu gestión, , podemos diseñar un programa para vos. ¡Charlemos!