Las 4 prácticas emprendedoras que toda empresa necesita saber.

Por: Pato Gianella

11/02/2021

Volver al principio para ir hacia adelante

Estos últimos tiempos han sido para nosotros, como equipo, una fuente de grandes aprendizajes. En Njambre estamos agradecidos de poder estar cerca de tantos emprendimientos y presenciar sus sueños amplios y generosos. Volvimos a tomar conciencia de aquellas cosas que tal vez habíamos dado por obvias; a valorar los talentos y las oportunidades del día a día; a querer ser una mejor oferta en nuestro mundo para estar a la altura de las circunstancias. Desde nuestro lugar en el ecosistema vemos cómo hay casos, cada vez más recurrentes, de grandes organizaciones que miran las formas de trabajo y las habilidades del mundo emprendedor en general y de impacto en particular. Hoy volvemos a afirmar que el propósito que guía al alma emprendedora es clave para navegar el contexto actual.

Sabemos que existe para las organizaciones un camino de transformación dentro de su negocio que comienza conectando con ese propósito de innovación y continúa con descubrir cuál es su particular mirada de posibilidad. Queremos acompañar en ese camino a quienes deseen transitarlo y ojalá no dejar a nadie afuera. 

Nuevos maestros

Los emprendimientos de impacto son casos testigo de estas formas de ver y hacer. Su capacidad para transitar estos tiempos de forma exitosa está llamando la atención de otro tipo de organizaciones como pueden ser grandes compañías. Hoy las organizaciones más burocráticas y de mayor tamaño quieren estar cerca de los emprendimientos de impacto y aprender de ellos. Desde Njambre vemos cómo buscan en estos modelos inspiración para ser ágiles, flexibles, empáticas con el usuario y el ambiente. Al dinamizar los canales de aprendizaje entre empresas y emprendimientos, es posible desarrollar nuevas formas de ver y hacer en el mundo de las organizaciones. 

Las cuatro prácticas clave.

Durante los años que llevamos emprendiendo y acompañando a otras personas a hacerlo, identificamos por lo menos 4 prácticas emprendedores que pueden ser utilizados por organizaciones de mayor escala para transitar momentos de crisis, incertidumbre o cambio acelerado. Estos son la actitud emprendedora, el aprendizaje de pares, la habilidad de contagiar y la mirada de posibilidad.

La actitud emprendedora es método, influye en el carácter positivamente  y  puede desarrollarse en cualquier persona.

Implica aprender a observar, impulsar cambios positivos, cambiar las quejas por propuestas y comprender el valor de las redes personales.

El aprendizaje de pares  se remonta a nuestros orígenes, la costumbre de compartir, escuchar y ser escuchados es una práctica que nos ha acompañado durante toda la evolución humana.

Frente al fuego, cocinando, probando raíces o imaginando viajes y travesías. Las redes que tejen quienes emprenden se basan en identificar pares con los cuales aprender y compartir experiencias, ideas y -en los mejores casos- deseos, emociones y necesidades. Dentro de una organización, el poder aprender con otras personas permite versiones más amplias sobre una situación, menor resistencia a otras versiones de esa mirada y genera mejores contextos para gestionar los conflictos necesarios en el crecimiento.

Por otro lado, cuando uno emprende, descubre que no sólo se trata de intercambios, sino de transformaciones.

El camino se recorre con el arte de contagiar y compartir una visión, un futuro donde otros y otras pueden verse incluidos e incluidas. Dentro de una organización, el poder entrenar esta competencia permite desplegar iniciativas con mejores niveles de compromiso y participación, co-creación y aceptación.

Finalmente, la mirada de posibilidad es un llamado a la conciencia, al cuidado y al encuentro de otras personas con ojos apreciativos.

Citando el libro de Arbusta, La potencia del talento no mirado, los sistemas están rotos cuando sus partes se dan la espalda. “El sistema cambia cuando cambiamos nuestra mirada, cuando salimos del miedo y de los prejuicios”. Ese cambio es el poder de la mirada de posibilidad.

Queremos desarrollar habilidades emprendedoras dentro de organizaciones que conectan con un propósito de transformación dentro de su negocio. A quienes creen en la importancia repensar las maneras de ver, en Njambre los acompañamos con nuestro “diagnóstico de impacto”. También contamos con nuestro programa de intraemprendedores que, desde la formación y el desarrollo de un proyecto concreto, busca fomentar este tipo de habilidades en la cultura de las empresas. La mirada de posibilidad, así como otras prácticas del mundo emprendedor, es herramienta poderosa para cualquier organización. Aprender a usarla es posible e, incluso, necesario.